martes, 6 de octubre de 2009

De niño modelo... a acusado de homicidio

hablan los padres del Chelo Satan.

Los padres de Marco Iván Soto Vidal relatan cómo fue su infancia y denuncian torturas a su hijo.


Mi esposa estaba en la entrada de la privada Tucanes cuando la policía llegó por nosotros. En la Procuraduría, a mí me meten a donde está la mesa de guardia, y a mi hijo lo pasan a la parte de atrás, a donde dicen que están los separos. Allí lo torturaron. Lo acostaron en forma de cristo, con los brazos abiertos. Un policía le pisó el dedo meñique y se lo machacó contra el suelo como si fuera una chinanpina.”

¿Usted presenció o escuchó la tortura de su hijo?

“No, él posteriormente nos platica todo...”

Interviene la señora Vidal de Soto. La vivacidad de sus ojos verdes no se opaca con el semblante afligido de una madre que lleva días soportando desvelos, penurias, agravios.

“Le cubrieron la cabeza con una bolsa y le amarraron una cinta al cuello. Luego lo pusieron de cabeza. Le taparon la cara con una toalla y le empezaron a echar agua en la nariz. Lo golpearon en el estómago, le dieron cachetadas en la cara, tenía las huellas de los dedos marcadas en su cara. No sé cuánto tiempo duró así porque no pudimos tener contacto con él desde que se lo llevaron.

Don Jesús Soto: “También hubo tortura psicológica. Me incomunicaron a mí junto con él. A las tres de la madrugada estaba yo en la mesa de guardia. Me dieron ganas de ir al baño y le pido el favor al jefe de guardia. Salgo, pero custodiado por otra persona. Como a esa hora escuché unos disparos. El jefe de guardia se llevó la mano a su arma y entonces dice: ¿qué pasó? ¿Qué pasa? No lo sé, le contesto. Yo también me sobresalté. Al día siguiente, cuando por fin pude ver a mi hijo en la Ampea, me dice: Papá, qué bueno que no estás muerto...me dijeron (los policías) que te habían matado como perro...yo escuché los disparos”.

“En otra ocasión le dijeron a mi hijo que corriera cincuenta metros rumbo a un helicóptero que tienen dentro del patio de la misma Procuraduría: ándale, córrele, total, nosotros te disparamos y vamos a decir que te quisiste escapar.

“Desde la hora en que se lo llevaron no tuvimos contacto con el niño hasta el día siguiente, domingo siete, en la Ampea. Cuatro judiciales lo custodiaban. Llegamos para llevarle algo de comer. El niño estaba muy sucio, golpeado, asustado. No quiso comer. Bajaba la cabeza, lloraba en silencio, con los ojos como que nos quería decir algo. Lo abrazábamos para que él nos pudiera hablar en voz baja: es que los policías me dijeron que si yo decía algo de lo que me hicieron, me iban a partir la madre”.

VI

Para no ser político, don Jesús tiene bastantes fotografías con personajes de la vida pública de Tabasco. Y es que él mismo se asume como un empresario -en este momento inactivo- que por sus negocios y participaciones en exposiciones y eventos ha tenido que hacer contacto con los hombres en el poder. Comenta: “Algunos me dirán barbero, pero no son más que coincidencias en eventos, en los que hay que saludarse”.

Allí están las fotos, los documentos. “Las fotos hablan por sí solas”, diría más adelante don Jesús al abrir su historia gráfica familiar. Hay algunas tomadas en eventos deportivos, y otras que fácilmente podrían haber sido portada de una sección de sociales.

Gente bonita, fechas festivas, caras sonrientes. Desde esa óptica, parece inexplicable cómo Marco Iván Soto Vidal pasó de niño modelo a ser uno de los tres implicados en el salvaje asesinato de una prominente familia de cuatro miembros.


Incluso en una foto tamaño postal, el ex gobernador Manuel Andrade Díaz está saludando de beso al pequeño Marco Iván.

También, de su puño y letra y como parte de un ejercicio escolar, Marco Iván realizó un pequeño álbum con explicaciones sobre las fotografías.


“Cuando cumplí un año, en la casa de mi abuelita, con mis primos y el chiquito que está en la mesa, es mi primo el de México con mi tía”, puede leerse en una.


“Esta foto cuando cumplí dos años en la casa de mi abuelita, con mi papá, mi mamá y el pastel era de chocolate...”


“En esta foto estoy con mi tío quien me tomó la foto, y estoy en la casa de mi abuelita en la alberca estaba yo chiquito y flaquito...”


“En mi casa con mi familia en navidad, Mi papá, mi mamá, mi hermanita y yo. Antes de la cena...”

VII


En un cuaderno escolar, fechado el 27 de agosto de este año, Marco Iván Soto escribió su tarea: “Tips para tomar y aplicar valores”, y cita entre otros la “toleracia”, el “amor” y la “libertad”. De ésta última desprende una conclusión: “Asumirás las consecuencias de tus actos”, dice. Disciplina y perseverancia, también la pueden probar: Marco Iván llegó a ser cinta negra en Te Kwon Do, su deporte desde la infancia.

Al igual que este, los Soto Vidal también exhiben documentos de los diferentes planteles escolares en los que ha cursado estudios su hijo Marco Iván. Son demasiadas escuelas como para no levantar suspicacias, pero su padre, don Jesús, sostiene la teoría aspiracional. “Uno busca lo mejor para sus hijos, y ese ir cambiando de escuela es ir escalando hacia algo mejor”.

“Mucha gente ha especulado sobre nosotros. Que si somos una familia desunida, que si somos esto o aquello. Aquí están las cartas, los documentos. Espero que esto lo publiquen, que publiquen quién es realmente la familia Soto Vidal”.


Tal vez el documento más revelador -y tal vez más controversial- que poseen sobre su vástago es un examen antidoping practicado en los laboratorios La Chontalpa fechado el siete de julio de este año. La prueba revela reacciones negativas a anfetaminas en orina, cocaína, marihuana, fenciclidina, etanol y opiáceos. Se le pregunta si sospechaba que su hijo usaba drogas.

“No precisamente...aquí hay exámenes generales de mi hijo, de mi hija, míos también...no se puede decir que por que yo dudaba de mi hijo le mandé a hacer esos exámenes...tengo un examen general de orina, reacciones febriles, examen a drogas, química sanguínea, biometría hemática... tenemos los del 2006, los del 2008 y 2009, están los exámenes de mi hija también. Ella aquí no tiene la prueba de drogas...me preguntaron la vez pasada que por qué no se los hice a ella, la verdad es que en ese momento no me alcanzó el dinero...estoy pasando por problemas económicos...yo les hago los exámenes a raíz de un programa de televisión en el que me entero que una escuela les hace este tipo de pruebas a todo su alumnado...yo les empiezo a hacer estos estudios porque, si en una escuela ya empezaron a hacer ese tipo de pruebas, no tardan en empezarlos a pedir...cuando lo hagan, pues yo voy a tener exámenes de ellos”.

VIII

“Lo llevaron (los policías) al domicilio de los hoy occisos (los Fuentes Arguelles) para la reconstrucción de hechos. Lo hicieron tocar absolutamente todo. Todo. Puertas, apagadores...es más, nos dijo (Marco Iván) que lo hicieron tocar los cuerpos en el Semefo. Lo pasaron a que tocara los cuatro cuerpos. Anda, toca los cuerpos, le dijeron, y él tuvo que hacerlo. La camioneta, la Hummer, también hicieron que la tocara. Luego vio cómo le pusieron un barniz, o una especie de polvo para sacar las huellas, y que la camioneta está toda negra...ah, y también lo del cabello...”

La señora Vidal abunda: “En la Procuraduría lo hicieron que se arrancara cabello. El les dijo (a los policías) ¿pero por qué mejor no me lo cortan? Y le respondieron que no, que tenía que arrancárselo. Obedeció. Pusieron el pelo en una bolsa. Luego trajeron unos pasamontañas y en ellos pusieron el cabello de Marco Iván...”

“Hemos llorado mucho, las noches son eternas...

LEA MAÑANA: LAS INCONSISTENCIAS EN EL CASO


1 comentario: