miércoles, 23 de septiembre de 2009

Tragedia sigue a familia del asesino del Metro Balderas
Se suicida un primo de Luis Felipe Hernández, quien se encuentra bajo vigilancia permanente luego de matar a dos personas dentro del andén del sistema de transporte

GUADALAJARA, Jal.— El impacto que ocasionó Luis Felipe Hernández Castillo, al asesinar el viernes pasado a dos personas y herir a otras más en el metro Balderas, cimbró a los miembros de su familia, uno de los cuales al enterarse de lo hecho por su sobrino sufrió un infarto y murió, y otro más se suicidó, arrojándose al paso de un tren.
Según la Procuraduría General de Justicia de Jalisco, su primo Ambelio Reyes Hernández, de 42 años, se arrojó a las vías, en los momentos en que pasaba el tren por el municipio de Unión de San Antonio, lugar de donde es originario Hernández.

La tarde del domingo, un tío del presunto asesino del Metro, al enterarse de lo que hizo su sobrino en la ciudad de México, sufrió de un infarto al miocardio y falleció, según informó José Manuel Hernández, hermano de Luis Felipe.
El tío se encontraba en un hospital de Lagos de Moreno y fue por medio de la televisión que se enteró de los hechos.

“Era un hombre pacífico”

En el rancho La Tapona, perteneciente al municipio de La Unión de San Antonio, ubicado en la zona de Los Altos de Jalisco, familiares y vecinos coincidieron en que Luis Felipe Hernández era un hombre pacífico. Algo raro, pero pacífico y nunca le había hecho daño a nadie.
“Decía que no se usara pólvora porque dañaba las milpas, que no comiéramos más de lo necesario porque venía una crisis muy fuerte el siguiente año y que cuidáramos a nuestros hijos”, dijo una de las vecinas que conoce a Hernández Castillo desde que era niño.
En dicha localidad, ubicada en la zona de Los Altos de Jalisco, que fue protagonista de la Guerra Cristera, los familiares señalaron que al enterarse de la noticia, pensaron que se trataba de un homónimo. Los familiares se preparan para viajar a la ciudad de México para visitar a Luis Felipe Hernández Castillo en el reclusorio, porque el fin de semana su hermana, María de Jesús fue a visitarlo y no lo logró.

Tiene custodia especial

Luis Felipe Hernández Castillo, se encuentra vigilado permanentemente en el Reclusorio Oriente mediante cámaras de circuito cerrado, e incluso tiene guardia de vista.
De acuerdo con fuentes de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del DF, Hernández Castillo está en el área de ingreso que es la que le corresponde, debido a que aún está a disposición de un juez y hasta que se le dicte formal prisión se le puede considerar procesado.
Además, Hernández Castillo no comparte alimentos con otros internos, sino que los consume solo en su estancia, y un custodio lo vigila permanentemente y reporta por lo menos cada hora su estado de salud, así como otros pormenores.

Repudian uso de religión

José de Jesús Aguilar, subdirector de Radio y Televisión de la Arquidiócesis de México, aseveró que nadie puede usar la religión para amedrentar, manipular o ir contra los derechos de otros ciudadanos. Aseguró que existe “una gran cantidad de gente farsante” que recurre al aspecto divino para poner en un nivel más alto sus “loqueras”.
Además de Luis Felipe Hernández, el 9 de septiembre José Mar Flores Pereyra, un predicador evangélico de 44 años, de nacionalidad boliviana, secuestró un avión de Aeroméxico que aterrizó en la ciudad de México procedente de Cancún, Quintana Roo, para según él, dar a conocer un mensaje divino.
La socióloga Gisela Frid Chernitsky consideró que la crisis económica podría ser una de las razones que motivaron ambos sucesos, e indicó que sus protagonistas padecen un “rencor social” por lo que optan por dañar a otros

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