miércoles, 4 de noviembre de 2009

"Equipos de limpieza" contra narcos.

Mauricio Fernández dejó a todos con la boca abierta. El polémico alcalde panista de San Pedro, Nuevo León, exhibió el fin de semana su profundo conocimiento de los intestinos del narcotráfico, y más: dejó entrever que ha hecho realidad el sueño de muchos de volverse “vengadores anónimos” frente a la incapacidad federal para controlar a los criminales. Ya en el pasado, recordará, dijo que pactó con capos de primer nivel que viven en su riquísimo municipio, del que apenas fue reelecto presidente para un segundo periodo. También se ha expresado a favor de la legalización de las drogas. Hace unas semanas, el 6 de octubre, antes de asumir el cargo, Fernández hizo público que preparaba “equipos de limpieza, de trabajo rudo”, para eliminar criminales, giros negros y tienditas. ¿Equipos de limpieza? Es decir, ¿vengadores, ejecutores, paramilitares? Eso informó. No abundó. Como era de suponerse, el 9 de octubre se dijo que estaba amenazado de muerte. Pues ahora, apenas este fin de semana, Mauricio Fernández, el riquísimo empresario hijo de la nobleza industrial norteña, reveló cuando tomaba posesión como alcalde que el presunto narcotraficante conocido como El Negro Saldaña, —quien lo habría amenazado de muerte— había sido ejecutado en el DF. Era mediodía. Las autoridades del DF ni siquiera estaban enteradas. Hasta horas más tarde encontrarían los cuerpos sin vida de Héctor Saldaña Perales, Alán Mauricio Saldaña Perales y otros dos relacionados al crimen organizado en San Pedro. Muchos se quedaron fríos. ¿Son, estos muertos, resultado del trabajo de los “equipos de limpieza, de trabajo rudo” que anunció Fernández? Es posible. Pero aunque muchos aplaudan tal hombría, hay que recordar que tomar la ley en manos propias es ilegal. Lo dicho: Mauricio Fernández deja con la boca abierta.
El PAN hace el miércoles 4 de noviembre un homenaje para el ex secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño. Se cumple un año de su muerte. La ceremonia será en la sede nacional del CEN panista y está confirmada la presencia del presidente Felipe Calderón, de quien Mouriño fuera uno de sus más cercanos colaboradores y, sobre todo, uno de sus mejores amigos. Hace un año, usted recordará, Calderón regañó a la cúpula panista después del accidente. Les exigió ponerse a trabajar y “dejar las mezquindades y ruindades” que los han hecho perder elecciones. Durante el homenaje a Mouriño, Calderón exhortó a “dejar atrás la envidia que tanto sufrió él (Mouriño)” y llevarlo como ejemplo. Curioso: el escenario, un año después, no es tan distinto. El PAN sigue sin ganar elecciones, y la división persiste. A ver cómo viene ahora el discurso…

Apunte final: Esto no se acaba hasta que no se acaba. Falta que se aplaquen las aguas por lo aprobado en la Ley de Ingresos, y luego sigue el Presupuesto de Egresos. Pero algo es algo. El más contento, ayer, era el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont. Estuvo en Colima para darle posesión a Mario Anguiano. Aplaudió a los partidos, se secó el sudor y suspiró profundo

No hay comentarios:

Publicar un comentario